Devocionales

Un pueblo orgulloso

Escrito por Angelina Gómez Corrales para CBN
Palabras de Jesús: Aprendan de mí, que soy apacible y humilde de corazón y encontrarán descanso para su alma. Mateo 11-29 (NVI) 

El libro del profeta Abdías es el más pequeño del antiguo testamento, y su profecía fue dirigida a un pueblo llamado Edom, los descendientes de Esaú. 

Como bien sabemos, el hermano de Esaú fue Jacob y siempre hubo rivalidad entre ellos. La profecía dada por Dios a este profeta, fue la de llevar un mensaje de destrucción total, debido a que este pueblo era muy orgulloso y se complacía cuando invadían y saqueaban a Israel. 

El mensaje era determinante: “La soberbia de tu corazón te ha engañado”; pero ellos no reconocieron su pecado sino al contrario, decían en sus propias palabras: “¿Quién podrá arrojarme a tierra?”. (vs.3)
Fue por ese motivo que el Señor declaró juicios contra Edom para su total destrucción. “Edom, como hiciste se te hará (vs.15)”. A Dios no le agrada que nos alegremos cuando alguna persona está pasando angustia o dolor por alguna circunstancia, sino que debemos extenderle misericordia y compasión, aun a nuestros enemigos.

El orgullo y el amor no se mezclan; el amor no es orgulloso, altanero, engreído o jactancioso, el amor valora a las personas y hace que se sientan especiales y valiosas. 

El orgullo se esconde de una manera tan sutil que es difícil detectarlo. En la parábola del fariseo y el publicano Jesús nos da el ejemplo de una persona orgullosa. Lucas 18: 9-14 

Satanás quiere engañar nuestra mente y actitudes para acarrearnos destrucción y al final preguntarnos, por qué a mí, ¿Dios porqué? 

Debemos orar al Señor para que nos muestre si hay orgullo escondido en nuestro corazón y con urgencia tener un genuino arrepentimiento. 

Oración:
Señor Jesús quiero agradarte, perdóname si he sido orgulloso y ayúdame a revestirme de humildad.