Devocionales
Gozo desbordante
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas…” Santiago 1:2 (RV60)
Todos nosotros, sin excepción, hemos experimentado gozo y alegría motivados por diferentes momentos: compra de una casa, un carro, un viaje, el nacimiento de un hijo, un sueño cumplido, etc.
Pero la Biblia nos menciona el tener sumo gozo cuando estemos enfrentando las pruebas. El gozo es un fruto del Espíritu Santo al igual que la fe y la paciencia. (v.40). Pero hay algo muy importante, y es que la obra de la paciencia es perfeccionarnos para que estemos completos, sin que nos falte cosa alguna.
No debemos pasar por alto el versículo 5, donde el Espíritu Santo nos aconseja pedir sabiduría cuando nos encontremos pasando las pruebas.
Otra prueba que sin duda alguna vamos a enfrentar es la tentación, que por cierto no proviene de Dios y Santiago enfatiza que son bienaventurados los que la resisten; objetando que es de nuestra propia concupiscencia que somos atraídos y seducidos, con la consecuencia de que, si caemos en ella, dará a luz la muerte.
Pensándolo bien, hay pruebas donde no hemos salido aprobados, y nos han dejado un sinsabor de derrota, ya sea por desobediencia, por apresurarnos, por no pedir sabiduría, por no orar lo debido o por no tener paciencia. Podríamos mencionar algunas: deudas, trabajo, enfermedad, relaciones rotas o escasez.
Por todo esto, debemos ser prontos para oír, tardos para hablar y tardos para enojarnos. (v.9). Enseñándonos que, si fijamos nuestros ojos en la Palabra de Dios, buscando el consejo apropiad, y no nos quejamos, con la ayuda del Espíritu Santo saldremos triunfantes.
Santiago 1:25 lo resume: Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace”.
Oración:
Señor Jesús, gracias por enseñarme sabiduría para llenarme de gozo.
Escrito por Angelina Gómez Corrales
para CBN
1 comentario
Francisco Vargas
A veces queremos sólo el gozo y no confiar en momentos de prueba. Tengo 2 años sin conseguir empleo…tengo 56 años y ha sido difícil. Le he pedido mucho a Dios por un empleo y aplico pero no me responden.