Devocionales

Encuentro

“Y he aquí dos ciegos sentados junto al camino, como oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros..” – Mateo 20:30. 

  

Hay momentos difíciles de aflicción, angustia, dolor y sufrimiento; cuando en casa ya sea mamá, papá, esposo o esposa, o tal vez los hijos están enfermos o sufren por una tragedia. Son momentos en que quizá quisieras que se acabe el mundo, que se acabe todo. 

  

Los dos ciegos que narra Mateo, no veían nada, no sabían a donde ir, sólo esperaban que alguien los ayudara. Pueda ser que de repente, te identifiques con ellos, que estés en la misma situación. Pero, ocurrió algo en ellos, oyeron que Jesús pasaba y entendieron que esa era la solución a sus problemas. 

  

Los dos ciegos empezaron a clamar, gritaban más fuerte y seguían diciendo: -“Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros”. 

  

La oposición se levantaba, pero ellos seguían clamando y repetían su misma petición hasta que Jesús se detuvo y les preguntó: – “¿Qué quieren que haga por ustedes?”. 

  

Esa misma pregunta te hace Jesús en este momento: -“¿Qué quieres que haga por ti?” 

  

Deja de sufrir, de llorar, no te lamentes, sólo tienes que clamar a él, tal como enseña Jeremías 33:3: “Clama a mí y yo te respoderé…” 

  

Oración 

Necesito de tu ayuda, Señor, mi alma clama por el Dios vivo. Necesito un toque tuyo y bastará para mi vida. En el nombre de Jesús. Amén. 

Escrito por Elena Mesías