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Devocionales

Amar a los demás como Dios lo hace no es fácil. De hecho, es probable que conozca a alguien en su vida al que se le ha hecho difícil. Y tal vez incluso eres una de esas personas. Si soy honesta, sé que yo lo he sido.

 

En un momento de mi vida, fui negativa y egocéntrica. Mi incapacidad para ver y agradecer las cosas buenas de mi vida hizo que la gente se alejara de mí cuando más las necesitaba. Es agotador estar cerca de alguien que es negativo todo el tiempo, especialmente cuando parece no querer escuchar nada positivo o alentador. La verdad es que aquellas personas con las que es difícil estar cerca son a menudo las que más necesitan ser amadas y que se les muestre el amor de Dios.

 

La Biblia nos dice que debemos amarnos unos a otros porque Dios nos amó primero. No debemos fingir que amamos a los demás sino amar genuinamente. Cuando realmente nos deleitamos y nos honramos unos a otros, elegimos amar como lo hizo Jesús. (Lea 1 Juan 4:19, Romanos 5:8 y Romanos 12:9-10).

 

Dios es la personificación del amor. Este amor genuino es la forma en que otros sabrán que somos sus seguidores. Debemos amar a los demás porque Dios nos ama, y al amar como Él lo hizo, acercaremos a otros a Él (1 Juan 4:7-12).

 

Los dones espirituales y los talentos que Dios te ha confiado fueron diseñados para trabajar en conjunto con el amor de Dios. No son para nuestra edificación personal sino para la edificación del cuerpo de Cristo para la gloria de Dios. Cuando tratamos de operar nuestros dones y talentos sin amor, no seremos fructíferos.

 

Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada. (1 Corintios 13:1-3 NTV)


Uno de los roles principales que tenemos como seguidores de Jesucristo es permitir que Su Espíritu Santo nos haga más como Él. Amar a los demás como Él los ama es una gran parte de eso.

 

El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia. (1 Corintios 13:4-7)

 

Esta descripción de cómo es amarnos unos a otros es característica de quién es Jesús y cómo nos ha amado y tratado. Es paciente y amable. No es celoso, jactancioso, orgulloso ni grosero. Jesús no exige su propio camino. Él no está irritable y no lleva registro de nuestros pecados. No se alegra de la injusticia, sino que se regocija cuando gana la verdad. Jesús nunca se da por vencido con nosotros, nunca pierde la fe, siempre tiene esperanza y siempre persevera.

 

Padre Dios, quiero ser más como Jesús en todo lo que hago. Ayúdame a amar a los demás y a verlos como tú los ves. Ayúdame a amar a los demás de tal manera que los lleve a venir a Ti para recibir Tu amor perfecto por ellos. Que tu amor sea evidente en todo lo que digo y en todo lo que hago. En el nombre de Jesús. Amén.

Escrito por Jessica Teed


 

¿Puede Dios cambiar tu vida? 

Dios ha hecho posible que lo conozcas y experimentes un cambio asombroso en tu propia vida. Descubre cómo puedes encontrar la paz con Dios. También puedes enviarnos tus peticiones de oración. 

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Devocionales

“Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres, maravillados, decían: ¿Qué hombre es este, que aún los vientos y el mar le obedecen?” Mateo 8:26b, 27


Dios está buscando algo con cada uno de nosotros, y hasta que lo consiga, ¡nuestras vidas pueden ser bastante tormentosas!

 

No me malinterpretes. Dios no está sentado en el cielo tirando relámpagos a nuestros talones, tratando de que caminemos correctamente. A veces interpretamos los tratos de Dios como algo negativo e injusto, pero todos debemos entender que Dios siempre está en proceso de refinarnos y consagrarnos como sus hijos e hijas, formándonos a su misma imagen.


En ocasiones pensamos que Dios está impaciente, pero no es así. Él se entristece por nuestros caminos testarudos, deja que tomemos decisiones y nos mira desde la distancia con compasión y corazón quebrantado. Anhela que reconozcamos que somos indefensos y perdidos sin Él.


Cuando empezamos a ver la sabiduría de Dios en nuestra vida, puede tomar un tiempo e incluso una vida entera antes de que entendamos que Dios usará cualquier cosa.


He aprendido en mi propia vida, que la parte difícil es usualmente “la guerra de voluntad”, donde ocurren las batallas más intensas. ¡Cómo deseamos tener el control!, mientras Dios nos quiere traer paz a cada tormenta que ocurre en nuestro ser y que le permitamos calmar la tempestad con su voz.


Suelta las riendas de tu vida para que Él te pueda llevar a los valles de calma donde las aguas corren profunda y calladamente, y se encuentra paz luego de la tormenta.


Oración

Señor, aún en medio de cualquier tormenta, quiero confiar en ti. No dejes de mirarme con compasión si mis pensamientos son pura duda y mis actitudes no son las correctas. Es difícil sostenerse en pie en medio de la tormenta, pero si estás conmigo lo lograré. En el nombre de Jesús. Amén.

Missey Butler. Escritora invitada. Editado por CBN

 


 

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Devocionales

Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto. Romanos 12:2 

 

¿Alguna vez te has puesto a pensar cuál es la perspectiva de Dios acerca de la vida? En la Biblia se encuentra la comparación de la vida como una prueba o una asignación temporal. Esta idea es base de una vida con propósito. Si quieres cumplir los propósitos que Dios tiene para ti, tendrás que sustituir la sabiduría humana por enfoques bíblicos de la vida. 

 

En el momento que entiendes que la vida es como una prueba, te das cuenta de que todo tiene un significado para ti. Aún las situaciones más pequeñas tendrán un valor para el desarrollo de tu carácter. Cada día será importante para que puedas crecer y profundizar tu carácter, para demostrar tu amor y depender de Dios. 


Algunas pruebas parecerán grandes y abrumadoras, otras ni siquiera las sentirás; pero todas tienen implicaciones eternas. La Palabra dice en Santiago 1:12; Al que soporta las dificultades, Dios lo bendice y, cuando las supera, le da el premio y el honor más grande que puede recibir: la vida eterna, que ha prometido a quienes lo aman.
 


No olvides que lo que posees en la Tierra le pertenece a Dios; tu familia, tu casa, tu trabajo, absolutamente todo. Tú solo eres el cuidador, un mayordomo.
 


Puedes disfrutarlo, pero debes usarlo de la manera que Dios quiere.
 


Recuerda hasta las tareas más simples tienen repercusión eterna. Si eres responsable Dios promete que te recompensará en la eternidad.
 


Oración
 
Señor, eres fiel y bondadoso, gracias porque siempre permaneces a mi lado y por los propósitos que le das a mi vida. Ayúdame a entender tu perspectiva acerca de la vida para caminar correctamente, en el nombre de Jesús, amén. 


 

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Devocionales

Hace más de 10 años trabajé en una empresa que se dedicaba a realizar encuestas telefónicas. Recuerdo que temía el rechazo cuando estaba realizando la encuesta que duró aproximadamente de 7 a 20 minutos. Solo pensé que después de empezar me cortarían la llamada sin terminar la encuesta ya que cada encuesta completada tenía un valor aproximado de 12 a 17 pesos, dependiendo de la empresa que la solicitaba.

 

Ahora estoy sirviendo en CBN México, donde comencé en el ministerio como voluntario respondiendo llamadas del Club 700 Hoy. Apoyo en oración a las personas que contactan con nosotros y necesitan una palabra de aliento. Recuerdo que durante la primera semana de recibir llamadas experimenté el mismo miedo a ser rechazado, pero ya no. Aquí es donde Dios me hizo valiente porque ahora estoy hablando en nombre de Dios con su Palabra escrita. A través de lo que he vivido en cada llamada y escuchando cómo Dios nos puede usar, se acabó mi falta de confianza en Él, he aprendido a dejar atrás la timidez y enfrentar situaciones de riesgo.

 

Siendo valiente como Jeremías, Dios usó al profeta para llamar al reino de Judá al arrepentimiento. Los reyes Josías, Joazim, Joaquín y Sedequías, debido al castigo impuesto por Dios, serían vencidos por los caldeos si no volvían a él su corazón.

 

En Jeremías capítulos 12 al 14, nos enseña que Jeremías consideraba que los impíos no podían disfrutar de ninguna prosperidad o placer, a menos que Dios se lo permitiera. El fruto que disfrutaron al final vino de Dios de una manera u otra y esa gente malvada que no quiso oír sus palabras, que anda en la imaginación de su corazón, y que va tras dioses ajenos para servir e inclinarse ante ellos, en última instancia, se volverían buenos para nada.

 

El mensaje de los demás profetas era que “no verán espada, ni habrá entre ellos hambre, sino que en este lugar les dará verdadera paz, era que allí habría liberación de la espada y del hambre, Dios rescatarlos”. Este fue un mensaje positivo y esperanzador que contrastaba con lo que Dios le dio a Jeremías.

 

Dios da una palabra dura a Jeremías que vivió durante un período turbulento, los últimos años del reino de Judá, desde la muerte del rey Josías (609 A.C.) y la posterior pérdida de la independencia, pasando por la destrucción de Jerusalén por los babilonios y el exilio de gran parte de su población (587/586 A. C.). El Libro de Jeremías registra las profecías finales para Judá, advirtiéndoles de la destrucción venidera si la nación no se arrepentía. Jeremías llama a la nación a volverse a Dios. Al mismo tiempo, Jeremías reconoce la inevitable destrucción de Judá, debido a su idolatría e inmoralidad impenitentes.

 

Aunque Dios nos ama y quiere librarnos de un sufrimiento innecesario, cuando pecamos, traemos sufrimiento sobre nosotros mismos. Jeremías 17:9 NVI, “El corazón es más engañoso que todas las cosas y sin remedio. ¿Quién puede entenderlo? Jehová permitió que los israelitas sufrieran muchas de las consecuencias de su iniquidad (véase Jeremías 2:17; 4:18; 7:19).

 

Jeremías 1:5 NVI, “«Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido;…”

 

Jeremías 29:10-11 NVI: “Así dice el Señor: «Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar. Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”

 

El profeta Jeremías tenía un mensaje muy difícil de entregar. Jeremías amaba a Judá, pero amaba mucho más a Dios. Tan doloroso como fue entregar un mensaje consistente en juicio a su propio pueblo, Jeremías fue obediente a lo que Dios le dijo que hiciera y hablara. Jeremías esperaba y oraba por la misericordia de Dios hacia Judá, pero también confiaba en que Dios era bueno, justo y recto. Nosotros también debemos obedecer y confiar en Dios, aun cuando sea difícil, reconociendo que la voluntad de Dios es más importante que nuestros propios deseos, y confiando en que Dios, en su infinita sabiduría y perfecto plan, buscará lo mejor para sus hijos (Romanos 8:28).

 

Así como Jeremías fue valiente al anunciar las indicaciones que son los deseos, la voluntad de Dios para su pueblo, así debemos ser nosotros. Ser valiente es tener la virtud o cualidad de mostrarse con valentía y fortaleza ante las personas, las circunstancias y los problemas de la vida. Es una cualidad psicológica comparable a la fuerza, pero también es una virtud que se adquiere mediante la repetición de actos valientes.

 

En hebreo, la palabra ¨valiente¨ es Gibbor, que significa: guerrero fuerte, audaz e intrépido en la batalla. En Deuteronomio 31:7 Moisés le dijo a Josué que fuera fuerte y valiente y en Josué 1:6 Dios le dice a Josué lo mismo que sea fuerte y valiente.

 

Ser valiente es tener el coraje de superar lo que tenemos por delante, es la oportunidad de afrontar esa situación que nos ofrece la vida, o que hemos elegido. El coraje es un desafío al que nos exponemos para crecer, aprender y mejorar. Esto es lo que Dios me ha dado. Mientras reflexionas sobre estas palabras hoy, hagámonos la pregunta.

 

¿En qué área de la vida sientes que necesitas ser valiente? ¿Dónde necesitas coraje para superar lo que tienes delante? Mi oración por tu vida es que el miedo desaparezca a medida que depositas tu confianza en Dios Y avanzas en la fe.

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Autora: Norma Martínez. Coordinador del Servicio de Oración de CBN México. Norma reside en la Ciudad de México. Después de que ella y su esposo terminaron sus estudios en el Instituto Bíblico, fueron enviados a pastorear una iglesia independiente donde sirvieron durante 21 años. Norma comenzó como voluntaria en el centro de llamadas de CBN México en 2013 y ahora ayuda a coordinar el centro de servicio de oración.

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Devocionales

¿Cuáles son el plan y los propósitos de Dios para tu vida?

 

Hay algo que siempre causará dudas y preguntas en la vida de una persona. Cada vez que me hago esta pregunta y luego aprendo sobre la vida de los siervos de Dios en la Biblia, Él siempre me recuerda que se trata de Él, para Su gloria, para que se cumplan Sus planes y se haga Su voluntad.

 

Personalmente, entiendo que Dios no solo tiene planes para mi vida, sino que tiene planes CON mi vida. Esta palabra llana y sencilla que he llegado a comprender ha cambiado mi forma de ver lo que Dios me revela cada día y lo que hace.

 

Una persona como Pablo se convirtió en un instrumento en las manos de Dios que buscaba, sobre todo, dar a conocer el nombre de Jesús a los no judíos. Dios cambió por completo quién era él y cumplió su voluntad con él.

 

Al leer el capítulo 28 de Hechos, podemos ver que todo lo que allí está escrito está cumpliendo el propósito de Dios con la vida de Pablo. Dios preservó su vida y la de los que lo acompañaron en la tormenta y el naufragio. Al llegar a una isla para testificar, no murió por la mordedura de una serpiente porque aún no se había cumplido el plan de Dios con su vida. Predicó sobre Jesús en su camino de Malta a Roma y las veces que estuvo en esos lugares, el plan de Dios se estaba cumpliendo con la vida de Pablo y con la gente que escuchaba el evangelio de Jesucristo.

 

Llegando a Roma, habló a los judíos que estaban allí y siguió cumpliendo el propósito de Dios. Y así fue con Pablo hasta el final de sus días y en sus cartas a la gente en los lugares donde había estado, dejando instrucciones de vida y doctrina para la iglesia de Dios.

 

Y esto es solo lo que se menciona en el capítulo 28 de los Hechos. Pero si recordamos todo lo que Pablo experimentó para cumplir lo que Dios le había mandado, sabemos que fue apedreado, perseguido, encarcelado, un par de veces ya lo dieron por muerto, más de una vez recibió 39 latigazos, y todo esto solo para ganar a Cristo, dejando todo de lado, incluso sus títulos y posición para servir a Dios.

 

Algo que aprendo de Pablo es a aceptar y soportar lo que Dios permite, a dejar que Dios se perfeccione en la debilidad, y también a esperar la voluntad de Dios conmigo. Hoy puedo ejercer mi carrera y servir a los demás y trabajar para Dios, dejando mi vida en sus manos y dando siempre gloria a Dios en todo y por todo.

 

Nuestro gran y maravilloso Dios usó y siempre usará a sus hijos para cumplir sus planes y propósitos.

 

Quizás, en vez de pensar en lo que Dios tiene “para” nuestra vida, deberíamos considerar lo que Dios va a hacer “con” nuestra vida, servirle y creer que eso es lo mejor para nosotros. Pablo hizo lo que Dios le había dicho que hiciera y fue diligente en hacer Su voluntad. La voluntad de Dios es agradable y perfecta (Romanos 12.2b).

 

Creo que debemos entender que seguir su camino, vivir nuestra vida sólo para Dios y servirle, es saber y comprender que Dios está haciendo su voluntad con nosotros, ya que Él pone en nosotros tanto el querer como el hacer, para su bien. voluntad. (Filipenses 2:13). Y por eso, debemos estar siempre listos y atentos, capaces de levantar la mano y decir: “envíame” (Isaías 6, 8). ¿Harías una oración para que el Señor una vez más use tu vida y te coloque en Su perfecta voluntad con Él?

 

Podemos aprender a vivir siempre agradecidos a la voluntad de Dios porque somos instrumentos en sus manos. También podemos decir que el plan de Dios con nuestra vida se está cumpliendo para Su gloria, entendiendo que cuando esos planes se cumplan, también diremos: “He terminado la carrera, he guardado la fe”. (2 Timoteo 4:7)

 

Los planes de Dios con mi vida se están cumpliendo y solo a Dios sea la gloria.

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Autor: Emmanuel de la Fuente Monforte tiene B.S. en Contabilidad y está agradecido con Dios por permitirle ser Contador en CBN México y servir con su conocimiento en este trabajo y ministerio. Disfruta mucho poder cantarle a Dios y podría decir, con toda humildad, que desde que Dios lo rescató y lo aceptó, su mayor pasión es Jesucristo. Comprende que sin Él no es nada y que a lo largo de su vida le ha mostrado su amor y su cuidado.

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Devocionales

En la vida terrenal, el ser humano pasa por muchos momentos de incredulidad y esto también se aplica a los cristianos. Incluso decimos: “Tengo que verlo para creerlo”. A menudo tenemos pensamientos negativos que pueden separarnos de lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas y de los milagros en los que quiere que participemos.

 

A lo largo de mi trabajo de apoyo al ministerio a los niños, he escuchado varias historias desgarradoras en las que mi lado humano ha llegado a veces a pensar que es casi imposible mejorar su situación. Sin embargo, después de eso, como fiel creyente en Jesús, recibo buenas noticias que contrarrestan las negativas. Con cada buena noticia, Dios me muestra su poder y sus milagros a través de proyectos apoyados por CBN, y cada vez que me encuentro con una situación específica que es difícil para mi razonamiento humano, el Señor me recuerda: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2 NVI.

 

Hace poco me enteré de que uno de mis proyectos iba a terminar por falta de recursos y alimentos para muchos niños que estaban recibiendo ayuda. Por diferentes motivos, estos niños recibieron su única fuente de alimentación gracias a este proyecto. Los voluntarios se unieron en oración para clamar al Señor por provisión.

 

Yo creo que fui parte de la respuesta a esas oraciones porque fui enviada a darles la buena noticia y hacerles saber que el proyecto iba a continuar porque Orphan’s Promise abrió el camino para apoyarlos a ellos y a los niños. Fue allí que Dios me confirmó lo siguiente a través de los Hechos: ” Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón.” Hechos 5:12 NVI.

 

El Señor me lo volvió a confirmar cuando, en otra ocasión, pude participar en el mismo proyecto que descubrí que lo donado no parecía ser suficiente para todos los niños. De una manera milagrosa y maravillosa, todos fueron testigos al final, que había suficiente para todos. Incluso tuvimos sobras, lo que me trajo a la mente Mateo 14:13-21, donde leemos sobre el precioso milagro de la multiplicación de los peces y los panes.

 

A menudo deberíamos preguntarnos, ¿cuántos milagros vemos diariamente? Para mí un milagro es que Dios me haya elegido como su hija para ser de bendición a los demás y así poder ver y ser parte de sus maravillas. Para ti, ¿qué milagros recibes a diario?

 

Piensa en las bendiciones que Dios te ha dado, las batallas que has peleado y el milagro de despertar cada mañana a un nuevo día y una nueva oportunidad de ver y ser parte de las maravillas de Dios. Mira que estar vivo es un milagro porque Dios tiene un gran propósito para ti en sus planes.

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Autora: Brenda Salguero, Coordinadora de Orphan’s Promise Guatemala.

Brenda ha estado trabajando como coordinadora de Orphan’s Promise Guatemala durante los últimos 4 años y medio. Es nutricionista, le encanta ayudar a los demás y es originaria de un pueblo aproximadamente a una hora de la ciudad de Guatemala. Para ella, el Señor cumplió el deseo que tenía desde niña; para poder trabajar por su Reino.

 

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La palabra gracias es probablemente una de las palabras más cortas, pero tiene un gran significado. ¿Cuántas veces nos olvidamos de dar gracias? ¿Cuántas veces nos olvidamos de mirar al cielo, observar nuestro entorno y sonreír con agradecimiento?

 

No siempre estamos dispuestos a expresar gratitud. Recuerdo que uno de los días más tristes de mi vida fue cuando murió mi sobrina de 18 años. Nunca la volvería a ver, y no tuve la oportunidad de abrazarla y despedirme, debido a su inesperada muerte. Permanecer agradecido durante este momento tan difícil fue lo último que cruzó por mi mente.

 

Con el paso de los años, comprendemos que, en una fracción de segundo, las circunstancias de nuestra vida pueden cambiar y robarnos ese deseo de ser agradecidos. Durante mucho tiempo, oré:

Escucha, Señor, mi oración; llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame. Pues mis días se desvanecen como el humo, los huesos me arden como brasas. Mi corazón decae y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito! (Salmo 102:1-4 NVI).

 

Durante varios meses después de este doloroso evento, decidí guardar silencio y simplemente observar cómo sucedía todo a mi alrededor, ver cómo pasaba cada segundo. Dejé de estar agradecido porque, en medio de este difícil proceso, una parte de mí también había muerto.

 

El dolor puede llevarnos cautivos y podemos olvidar fácilmente que Dios siempre está de nuestro lado. Pero, cuando el Señor nos muestra su amor y su presencia nos guía en todo lo que hacemos, toca nuestro corazón. Al servir en una organización como CBN, lo he visto reflejado en la vida de muchas personas que nos contactan, escriben y llaman. Siguen confiando y agradecidos, a pesar de las dificultades que están pasando, y Dios, a través de esto, ha tocado mi propio corazón.

 

Ver y regocijarme junto a personas que, a pesar de todo, entregan su vida a Jesús y deciden seguirlo a toda costa produce en mí la mayor gratitud que se puede expresar. Me hace darme cuenta de que incluso en nuestra dificultad:

 

Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre. Salmo 100:5

 

Con el tiempo, podemos aprender a estar siempre agradecidos, incluso sin comprender, sin saber lo que traerá el mañana. Y a medida que pasa cada segundo, la vida nos enseña a ser agradecidos y a entender que, con Dios, todas las cosas obrarán para Su buen propósito redentor.

 

Me gustaría preguntarte, ¿estás listo para ser agradecido por cada segundo de tu vida?

 

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Las Escrituras se citan de LA SANTA BIBLIA, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL®, NVI® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Bíblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

 

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Biografía del autor: José García – Gerente de Proyectos, CBN Guatemala

José es el menor de tres hermanos y vive en la Ciudad de Guatemala. Le apasiona lo que hace con CBN y disfruta de la compañía de su familia. También le encanta viajar a nuevos lugares y tomar fotografías.

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Son las 2 de la tarde. Tengo una hora hasta que comience el programa de televisión Vive Más y tengo el privilegio de atender llamadas del ministerio de personas que quieren saber más de Jesús. Intento arrancar el auto y vuelvo a intentarlo con el mismo resultado. Pido una grúa, pero lleva tiempo. Ahora son las 3:00 p. m. y el programa ya comenzó. Me preocupa no poder atender las llamadas junto con el resto de mis compañeros de la oficina de México.

 

Finalmente, llega el camión. El chofer me dice que tengo que ir con él en la cabina. En ese momento, noté que tenía una estatua de la muerte en el panel de control del vehículo. En México, este tipo de práctica de culto es tristemente común.

 

En ese momento entendí que Dios tenía un propósito con ese incidente. Oré por sabiduría para presentar Su Palabra y comenzó una conversación. Al principio estaba muy tenso cuando le pregunté si era un seguidor de la muerte. Dijo que sí y quería saber cómo estaba.

 

Me contó su historia, sobre su trabajo hace unos años, cómo quedó atrapado en las drogas que consumía, cómo perdió a su mujer y a sus dos hijas a causa de su adicción y que había encontrado la estatua mientras desenterraba basura en el sótano donde un tío le permitía dormir. Estaba agradecido de haber superado la adicción y haber recuperado a su familia. Estuve en silencio durante mucho tiempo y presté atención a cada detalle. Sentí un interés genuino en el hombre. Sus ojos se llenaron de luz cuando habló de sus dos hijas. Era algo con lo que podía identificarme.

Todo lo atribuía a la muerte, pero también sabía que la imagen no tenía más poder que el que él le daba.

 

“Si tienes fe en esta botella de agua, pasarán cosas buenas porque tienes fe en ella”, explicó, muy seguro de sí mismo. Esa tarde, el tráfico era particularmente denso para un sábado. Nos dio tiempo para hablar.

 

Al escucharlo, pensé que su reacción era muy humana. ¿Cuántas veces hemos perdido la oportunidad de ver a Dios o reconocerlo buscando explicaciones propias? Podemos perder la bendición si nos enfocamos en un razonamiento que suena atractivo, pero que en realidad desvía la atención de Dios hacia nuestros propios deseos. (1 Corintios 10:1-18)

 

Pero no era el momento de reproches ni polémicas. Le pedí a Dios que me diera el amor y la Palabra que quería compartir con él. En ese momento, el Señor me trajo a la mente Romanos 10:17, donde dice que “…la fe es por el oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo” (NVI). Con esa porción, era mi turno de hablar.

 

Le expliqué que, en realidad, Dios había estado con él y se había acercado a él en el momento justo, por Su gracia. Le dije que de eso estaba seguro porque la Biblia lo explica claramente: “Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra” (Salmo 124:8) No podemos dejar que nada le robe la Gloria a Dios. Después le pregunté cómo tenía su relación con su padre terrenal y me dijo que era muy mala.

 

Pero a los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hijos de Dios”, fue mi respuesta. Le dije que Dios lo amaba de una manera inmensamente mayor que el amor que tenía por sus hijas. y que había dado a su Hijo unigénito por él, que había sido pagado con la sangre de Jesús.

 

Ese día declinó amablemente mi invitación de recibir a Jesús en su corazón, pero prometió leer el libro de Lucas esa misma tarde. Con una batería nueva, mi auto arrancó. Le pedí a Dios que el corazón de ese hombre tuviera un reinicio al leer su Palabra.

 

Más tarde ese día, reflexionando sobre esta experiencia, me di cuenta de algo que quiero enfatizar. Hay dos formas de vivir la vida; uno, es ver la mano de Dios en todo, y el otro, es pasarlo por alto y atribuir sus bendiciones a otras cosas como las circunstancias, la suerte o el azar. Cuando le entregamos el control de nuestras vidas a Jesús, podemos esperar que Él siempre se tome en serio cada detalle, incluso cuando un automóvil deja de funcionar.

 

¿Qué tipo de vida estás viviendo hoy?

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Las Escrituras se citan de LA SANTA BIBLIA, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL®, NVI® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Bíblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.


Autor: Esteban Castro – CBN México – Director Nacional, Productor y Periodista

Esteban Castro es el director nacional de CBN México y productor senior de varias series de evangelización de CBN. En sus 18 años de servicio, Esteban ha contribuido a la producción de programas para audiencias de habla hispana, incluidos Club 700 Hoy, Mundo Cristiano, Vive Más y Vida Dura. Disfruta de las actividades al aire libre, la lectura y el tiempo en familia.


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“Y he aquí dos ciegos sentados junto al camino, como oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros..” – Mateo 20:30. 

  

Hay momentos difíciles de aflicción, angustia, dolor y sufrimiento; cuando en casa ya sea mamá, papá, esposo o esposa, o tal vez los hijos están enfermos o sufren por una tragedia. Son momentos en que quizá quisieras que se acabe el mundo, que se acabe todo. 

  

Los dos ciegos que narra Mateo, no veían nada, no sabían a donde ir, sólo esperaban que alguien los ayudara. Pueda ser que de repente, te identifiques con ellos, que estés en la misma situación. Pero, ocurrió algo en ellos, oyeron que Jesús pasaba y entendieron que esa era la solución a sus problemas. 

  

Los dos ciegos empezaron a clamar, gritaban más fuerte y seguían diciendo: -“Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros”. 

  

La oposición se levantaba, pero ellos seguían clamando y repetían su misma petición hasta que Jesús se detuvo y les preguntó: – “¿Qué quieren que haga por ustedes?”. 

  

Esa misma pregunta te hace Jesús en este momento: -“¿Qué quieres que haga por ti?” 

  

Deja de sufrir, de llorar, no te lamentes, sólo tienes que clamar a él, tal como enseña Jeremías 33:3: “Clama a mí y yo te respoderé…” 

  

Oración 

Necesito de tu ayuda, Señor, mi alma clama por el Dios vivo. Necesito un toque tuyo y bastará para mi vida. En el nombre de Jesús. Amén. 

Escrito por Elena Mesías 

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Proverbios 3: 18 “La sabiduría es un árbol de vida a los que la abrazan; felices son los que se aferran a ella.” NTV
 

El viento soplaba fuerte en el vagón de la camioneta, íbamos mi hermano Eduardo y yo rumbo a la hacienda de mi tío Alfredo, ese verano inolvidable, ya se podía sentir ese olor característico del campo. 


Llegamos en la tarde e inmediatamente fuimos a ver los caballos y dimos una vuelta cerca de la casa, al regresar oímos a mi tía Judith llamarnos: ¡Javier, Eduardo a comer!
 


Antes de que anochezca mis tíos nos llamaron a la sala para orar y leer una porción de la Biblia antes de irnos a dormir, en el campo se duerme temprano.
 


Los pajaritos cantaban y se empezó a oír ruido en la cocina y un olor intenso a café cuando nos despertamos, nos vestimos y bajamos corriendo esas escaleras rumbo al comedor, qué día tan lindo, dijimos vamos a ir a recoger unos mangos en ese árbol de la entrada, y mi tía dijo que estaba bien, pero con cuidado, desayunamos y nos fuimos.
 


Observamos el árbol y nos sorprendió la cantidad de mangos que tenía, eran grandes y decidimos apoyarnos para poder subir, cuando lo estábamos haciendo vimos unos nidos de pajaritos en unas ramas y pensamos vamos a tener cuidado para no lastimarlos, pero en un descuido nos resbalamos y fuimos a parar al suelo.
 


Mi tío nos había visto y se acercó y dijo ¿Saben que cada árbol tiene su historia? Y dijimos ¿y el de mango también? Y el dijo: si, porque de cada uno de ellos podemos aprender.
 


¿Vieron que hay nidos de pajaritos? Si contestamos – Y también tiene mucha fruta. Así es.
 


Pues “la sabiduría es un árbol de vida a los que la abrazan; felices son los que se aferran a ella” si ustedes quieren el fruto de ese árbol tienen que abrazarlo y aferrarse a él para que puedan tomar de sus frutos, yo les ayudaré, inmediatamente tomó a uno de nosotros en sus hombros y nos colocó en el árbol nos abrazamos fuertemente y empezamos a quitar los mangos con cuidado, fueron los mangos más ricos que comimos y la lección más hermosa que no olvidamos.
 


Oración:
Padre Celestial ayúdame a tener la sabiduría en mi vida para que pueda disfrutar de la felicidad que me prometes, en el nombre de Jesús, amén. 


Escrito por Dra. Amara de Benites para CBN
 

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