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Devocionales

La palabra gracias es probablemente una de las palabras más cortas, pero tiene un gran significado. ¿Cuántas veces nos olvidamos de dar gracias? ¿Cuántas veces nos olvidamos de mirar al cielo, observar nuestro entorno y sonreír con agradecimiento?

 

No siempre estamos dispuestos a expresar gratitud. Recuerdo que uno de los días más tristes de mi vida fue cuando murió mi sobrina de 18 años. Nunca la volvería a ver, y no tuve la oportunidad de abrazarla y despedirme, debido a su inesperada muerte. Permanecer agradecido durante este momento tan difícil fue lo último que cruzó por mi mente.

 

Con el paso de los años, comprendemos que, en una fracción de segundo, las circunstancias de nuestra vida pueden cambiar y robarnos ese deseo de ser agradecidos. Durante mucho tiempo, oré:

Escucha, Señor, mi oración; llegue a ti mi clamor. No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame. Pues mis días se desvanecen como el humo, los huesos me arden como brasas. Mi corazón decae y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito! (Salmo 102:1-4 NVI).

 

Durante varios meses después de este doloroso evento, decidí guardar silencio y simplemente observar cómo sucedía todo a mi alrededor, ver cómo pasaba cada segundo. Dejé de estar agradecido porque, en medio de este difícil proceso, una parte de mí también había muerto.

 

El dolor puede llevarnos cautivos y podemos olvidar fácilmente que Dios siempre está de nuestro lado. Pero, cuando el Señor nos muestra su amor y su presencia nos guía en todo lo que hacemos, toca nuestro corazón. Al servir en una organización como CBN, lo he visto reflejado en la vida de muchas personas que nos contactan, escriben y llaman. Siguen confiando y agradecidos, a pesar de las dificultades que están pasando, y Dios, a través de esto, ha tocado mi propio corazón.

 

Ver y regocijarme junto a personas que, a pesar de todo, entregan su vida a Jesús y deciden seguirlo a toda costa produce en mí la mayor gratitud que se puede expresar. Me hace darme cuenta de que incluso en nuestra dificultad:

 

Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre. Salmo 100:5

 

Con el tiempo, podemos aprender a estar siempre agradecidos, incluso sin comprender, sin saber lo que traerá el mañana. Y a medida que pasa cada segundo, la vida nos enseña a ser agradecidos y a entender que, con Dios, todas las cosas obrarán para Su buen propósito redentor.

 

Me gustaría preguntarte, ¿estás listo para ser agradecido por cada segundo de tu vida?

 

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Las Escrituras se citan de LA SANTA BIBLIA, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL®, NVI® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Bíblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.

 

¿Puede Dios cambiar tu vida?

Dios ha hecho posible que lo conozcas y experimentes un cambio asombroso en tu propia vida. Descubre cómo puedes encontrar la paz con Dios. También puedes enviarnos tus peticiones de oración.

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Biografía del autor: José García – Gerente de Proyectos, CBN Guatemala

José es el menor de tres hermanos y vive en la Ciudad de Guatemala. Le apasiona lo que hace con CBN y disfruta de la compañía de su familia. También le encanta viajar a nuevos lugares y tomar fotografías.

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Devocionales

Son las 2 de la tarde. Tengo una hora hasta que comience el programa de televisión Vive Más y tengo el privilegio de atender llamadas del ministerio de personas que quieren saber más de Jesús. Intento arrancar el auto y vuelvo a intentarlo con el mismo resultado. Pido una grúa, pero lleva tiempo. Ahora son las 3:00 p. m. y el programa ya comenzó. Me preocupa no poder atender las llamadas junto con el resto de mis compañeros de la oficina de México.

 

Finalmente, llega el camión. El chofer me dice que tengo que ir con él en la cabina. En ese momento, noté que tenía una estatua de la muerte en el panel de control del vehículo. En México, este tipo de práctica de culto es tristemente común.

 

En ese momento entendí que Dios tenía un propósito con ese incidente. Oré por sabiduría para presentar Su Palabra y comenzó una conversación. Al principio estaba muy tenso cuando le pregunté si era un seguidor de la muerte. Dijo que sí y quería saber cómo estaba.

 

Me contó su historia, sobre su trabajo hace unos años, cómo quedó atrapado en las drogas que consumía, cómo perdió a su mujer y a sus dos hijas a causa de su adicción y que había encontrado la estatua mientras desenterraba basura en el sótano donde un tío le permitía dormir. Estaba agradecido de haber superado la adicción y haber recuperado a su familia. Estuve en silencio durante mucho tiempo y presté atención a cada detalle. Sentí un interés genuino en el hombre. Sus ojos se llenaron de luz cuando habló de sus dos hijas. Era algo con lo que podía identificarme.

Todo lo atribuía a la muerte, pero también sabía que la imagen no tenía más poder que el que él le daba.

 

“Si tienes fe en esta botella de agua, pasarán cosas buenas porque tienes fe en ella”, explicó, muy seguro de sí mismo. Esa tarde, el tráfico era particularmente denso para un sábado. Nos dio tiempo para hablar.

 

Al escucharlo, pensé que su reacción era muy humana. ¿Cuántas veces hemos perdido la oportunidad de ver a Dios o reconocerlo buscando explicaciones propias? Podemos perder la bendición si nos enfocamos en un razonamiento que suena atractivo, pero que en realidad desvía la atención de Dios hacia nuestros propios deseos. (1 Corintios 10:1-18)

 

Pero no era el momento de reproches ni polémicas. Le pedí a Dios que me diera el amor y la Palabra que quería compartir con él. En ese momento, el Señor me trajo a la mente Romanos 10:17, donde dice que “…la fe es por el oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo” (NVI). Con esa porción, era mi turno de hablar.

 

Le expliqué que, en realidad, Dios había estado con él y se había acercado a él en el momento justo, por Su gracia. Le dije que de eso estaba seguro porque la Biblia lo explica claramente: “Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra” (Salmo 124:8) No podemos dejar que nada le robe la Gloria a Dios. Después le pregunté cómo tenía su relación con su padre terrenal y me dijo que era muy mala.

 

Pero a los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hijos de Dios”, fue mi respuesta. Le dije que Dios lo amaba de una manera inmensamente mayor que el amor que tenía por sus hijas. y que había dado a su Hijo unigénito por él, que había sido pagado con la sangre de Jesús.

 

Ese día declinó amablemente mi invitación de recibir a Jesús en su corazón, pero prometió leer el libro de Lucas esa misma tarde. Con una batería nueva, mi auto arrancó. Le pedí a Dios que el corazón de ese hombre tuviera un reinicio al leer su Palabra.

 

Más tarde ese día, reflexionando sobre esta experiencia, me di cuenta de algo que quiero enfatizar. Hay dos formas de vivir la vida; uno, es ver la mano de Dios en todo, y el otro, es pasarlo por alto y atribuir sus bendiciones a otras cosas como las circunstancias, la suerte o el azar. Cuando le entregamos el control de nuestras vidas a Jesús, podemos esperar que Él siempre se tome en serio cada detalle, incluso cuando un automóvil deja de funcionar.

 

¿Qué tipo de vida estás viviendo hoy?

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Las Escrituras se citan de LA SANTA BIBLIA, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL®, NVI® Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por Bíblica, Inc.® Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.


Autor: Esteban Castro – CBN México – Director Nacional, Productor y Periodista

Esteban Castro es el director nacional de CBN México y productor senior de varias series de evangelización de CBN. En sus 18 años de servicio, Esteban ha contribuido a la producción de programas para audiencias de habla hispana, incluidos Club 700 Hoy, Mundo Cristiano, Vive Más y Vida Dura. Disfruta de las actividades al aire libre, la lectura y el tiempo en familia.


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Devocionales

“Y he aquí dos ciegos sentados junto al camino, como oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros..” – Mateo 20:30. 

  

Hay momentos difíciles de aflicción, angustia, dolor y sufrimiento; cuando en casa ya sea mamá, papá, esposo o esposa, o tal vez los hijos están enfermos o sufren por una tragedia. Son momentos en que quizá quisieras que se acabe el mundo, que se acabe todo. 

  

Los dos ciegos que narra Mateo, no veían nada, no sabían a donde ir, sólo esperaban que alguien los ayudara. Pueda ser que de repente, te identifiques con ellos, que estés en la misma situación. Pero, ocurrió algo en ellos, oyeron que Jesús pasaba y entendieron que esa era la solución a sus problemas. 

  

Los dos ciegos empezaron a clamar, gritaban más fuerte y seguían diciendo: -“Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros”. 

  

La oposición se levantaba, pero ellos seguían clamando y repetían su misma petición hasta que Jesús se detuvo y les preguntó: – “¿Qué quieren que haga por ustedes?”. 

  

Esa misma pregunta te hace Jesús en este momento: -“¿Qué quieres que haga por ti?” 

  

Deja de sufrir, de llorar, no te lamentes, sólo tienes que clamar a él, tal como enseña Jeremías 33:3: “Clama a mí y yo te respoderé…” 

  

Oración 

Necesito de tu ayuda, Señor, mi alma clama por el Dios vivo. Necesito un toque tuyo y bastará para mi vida. En el nombre de Jesús. Amén. 

Escrito por Elena Mesías 

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Devocionales

Proverbios 3: 18 “La sabiduría es un árbol de vida a los que la abrazan; felices son los que se aferran a ella.” NTV
 

El viento soplaba fuerte en el vagón de la camioneta, íbamos mi hermano Eduardo y yo rumbo a la hacienda de mi tío Alfredo, ese verano inolvidable, ya se podía sentir ese olor característico del campo. 


Llegamos en la tarde e inmediatamente fuimos a ver los caballos y dimos una vuelta cerca de la casa, al regresar oímos a mi tía Judith llamarnos: ¡Javier, Eduardo a comer!
 


Antes de que anochezca mis tíos nos llamaron a la sala para orar y leer una porción de la Biblia antes de irnos a dormir, en el campo se duerme temprano.
 


Los pajaritos cantaban y se empezó a oír ruido en la cocina y un olor intenso a café cuando nos despertamos, nos vestimos y bajamos corriendo esas escaleras rumbo al comedor, qué día tan lindo, dijimos vamos a ir a recoger unos mangos en ese árbol de la entrada, y mi tía dijo que estaba bien, pero con cuidado, desayunamos y nos fuimos.
 


Observamos el árbol y nos sorprendió la cantidad de mangos que tenía, eran grandes y decidimos apoyarnos para poder subir, cuando lo estábamos haciendo vimos unos nidos de pajaritos en unas ramas y pensamos vamos a tener cuidado para no lastimarlos, pero en un descuido nos resbalamos y fuimos a parar al suelo.
 


Mi tío nos había visto y se acercó y dijo ¿Saben que cada árbol tiene su historia? Y dijimos ¿y el de mango también? Y el dijo: si, porque de cada uno de ellos podemos aprender.
 


¿Vieron que hay nidos de pajaritos? Si contestamos – Y también tiene mucha fruta. Así es.
 


Pues “la sabiduría es un árbol de vida a los que la abrazan; felices son los que se aferran a ella” si ustedes quieren el fruto de ese árbol tienen que abrazarlo y aferrarse a él para que puedan tomar de sus frutos, yo les ayudaré, inmediatamente tomó a uno de nosotros en sus hombros y nos colocó en el árbol nos abrazamos fuertemente y empezamos a quitar los mangos con cuidado, fueron los mangos más ricos que comimos y la lección más hermosa que no olvidamos.
 


Oración:
Padre Celestial ayúdame a tener la sabiduría en mi vida para que pueda disfrutar de la felicidad que me prometes, en el nombre de Jesús, amén. 


Escrito por Dra. Amara de Benites para CBN
 

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Isaías 45: 9 “Una vasija de barro, igual a otra cualquiera, no se pone a discutir con quien la hizo. El barro no dice al que lo trabaja: “¿Qué estás haciendo?”, ni el objeto hecho por él le dice: “Tú no sabes trabajar.” DHH. 


La niña pasaba todos los días, por el taller de ese alfarero y lo veía trabajar en diferentes piezas, a veces permanecía un momento, mirando la habilidad con que las forjaba.
 


Esa mañana salió temprano de la escuela y al pasar por allí, justo vio cuando el alfarero estaba mirando detenidamente su obra, parecía que no estaba satisfecho, y para sorpresa de la niña con fuerza la rompió, ella curiosa se acercó y le dijo: – Señor ¿por qué rompió esa vasija?, se veía tan bonita.
 


– El alfarero respondió: parecía que estaba bien hecha, pero tenía un defecto que la hacía inservible, y era mejor ahora deshacerla, para con el barro volverla a construir, y ella cumplirá el propósito para el cual la estoy creando.
 


– La niña no muy convencida, asintió con la cabeza y se fue a su casa, en el camino pensaba y si la vasija hablara ¿qué le hubiera dicho al alfarero?
 


Pasaron los días y en la casa de Rosita como se llamaba la niña, sus padres le llamaron fuertemente la atención a su hermano Raúl, un adolescente difícil que estaba teniendo problemas en el colegio, y les oyó decir “Si no lo corregimos a tiempo, Raúl no va a poder ser un hombre de bien y cumplir con el plan de Dios para su vida”, entonces recordó lo del alfarero y dijo mañana voy a pasar para ver que sucedió con la vasija.
 


Estaba haciendo calor cuando llegó al taller del alfarero y por la ventana de la calle le preguntó:
 


– Señor, ¿se acuerda de mí?
 


– Si niña claro que me acuerdo, tú fuiste la que me preguntaste ¿por qué rompí una de mis obras?, ¿Quieres ver cómo quedó finalmente?
 


– Sí dijo la niña, ¿ya la terminó?
 


– Sí, ya está lista, espérame que ya la traigo.
 


Se dirigió al interior del taller, y volvió con una vasija hermosa llena de colores, con filos dorados, se la puso en las manos de la niña y le dijo:
 


– Te la regalo.
 


Ella estaba asombrada, emocionada, no sabía que decir, cuando por fin recuperó fuerza le dijo: -Nunca me imaginé algo tan precioso, ahora comprendo por qué la hizo de nuevo.
 


– Si, dijo el alfarero, no podía poner los colores, ni el oro sin que el barro estuviera perfectamente forjado para el destino que iba a cumplir.
 


La niña le dio las gracias y llena de gozo se fue a su casa.
 


Oración:
Dios mío tu eres mi alfarero, haz en mi vida lo que tu consideres necesario para que pueda cumplir mi propósito y mi destino, en el nombre de Jesús, amén. 

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Devocionales

¿Por qué vino Jesús? ¿Fue simplemente para ser un ejemplo, uno imposiblemente perfecto en eso? ¿Cuál fue la Buena Nueva que predicó? ¿Por qué este buen hombre fue horriblemente ejecutado como un delincuente común? ¿Vino a cumplir un Plan divino? ¿Murió para mostrar el amor del Padre y volvió a vivir tres días después para dar vida eterna a cualquiera que aceptara su liderazgo? 

  

VERSÍCULOS DEL DÍA 

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha designado para predicar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán libres de sus opresores, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor. 

Lucas 4:18 

  

Incluso yo, el Hijo del hombre, no vine aquí para ser servido, sino para servir a los demás, y para dar mi vida en rescate por muchos. 

Marcos 10:45 

  

“Cuando lleguemos a Jerusalén”, les dijo, “el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los maestros de la ley religiosa. Lo sentenciarán a muerte y lo entregarán a los romanos. Se burlarán de él, escupen sobre él, lo golpean con sus látigos y lo matan, pero después de tres días resucitará”. 

Marcos 10:33-34 

  

De la prisión y del juicio lo llevaron a la muerte. Pero ¿quién entre la gente se dio cuenta de que estaba muriendo por sus pecados, que estaba sufriendo su castigo? 

Isaías 53:8 

  

PROMESA DE DIOS  

Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 

Romanos 10:9 

 

PUNTO DE ACCIÓN 

Si estás convencido de que Jesús vino a morir para pagar por tus pecados, adelante, dale las gracias. Si tiene preguntas sobre su relación con Cristo, escribe un mensaje privado en nuestras redes sociales o visite: https://www.cbnlatino.com/hablemos 

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Devocionales

Tú, mi Dios, te haces amigo de aquellos que te honran, y les das a conocer tu pacto. Salmo 25:14

 

La Biblia enseña acerca de dos personajes que disfrutaban de una amistad íntima con Dios, sus nombres eran Adán y Eva; sin el pecado y el temor gozaban y se deleitaban en Dios y Él con ellos. En el momento que cayeron en pecado, la relación ideal que tenían con el Señor se estropeó.

 

Cuando tienes a Cristo en tu corazón, tu salvación está asegurada por Jesús y el Espíritu Santo que vive en ti, y puedes llegar a ser amigo de Dios. El Señor te creó para que vivas continuamente en su presencia y puedas tener una amistad íntima con Él.

 

La amistad con Dios se fortalece cuando compartes lo que vives con Él. Dios desea ser más que una cita en tu agenda. El Señor quiere que le incluyas en cada actividad que realices, en tus conversaciones, en tus problemas e incluso en tus pensamientos.

 

Cultivas la amistad con Dios al compartir experiencias: desafíos, alegrías, tragedias, momentos buenos y malos.; sin embargo, es imposible que puedas ser amigo del Señor si no entiendes lo que te dice. No puedes amarlo si no lo conoces y no puedes conocerlo sino estudias su palabra.

 

No es necesario que pases las 24 horas del día leyendo la Biblia, pero si reflexionar lo que hayas aprendido de tu lectura. Conocer y amar a Dios es un privilegio. Dios se complace en conocerte y amarte. Dios no espera que seas perfecto, pero sí que seas completamente sincero con Él.

 

Oración
Señor, gracias por amarme y brindarme tu amistad. Ayúdame a conocerte cada día más y a construir una verdadera amistad contigo, en el nombre de Jesús, amén.

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Devocionales

“Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente”. Ezequiel 18:32

 

En este momento estoy a 35.000 pies de altura, viajo en un avión lleno de gente, maletines y bolsas. Antes de encender mi computadora, me puse a leer el breve manual en caso de emergencias que provee la aerolínea.

 

Ninguno quiere morir, pero aun así sucede.

 

Desde mi asiento puedo ver el pasillo, pero no la cabina del piloto. Si algo viene hacia la aeronave, no me daría cuenta. Lo cierto es que al viajar he puesto mi confianza en los pilotos, los arquitectos del avión y los demás suplidores. En mi vida, he puesto mi confianza en un solo Piloto, Arquitecto y Constructor de mi cuerpo terrenal.

 

Dios no se place en la muerte, pero la sombra de muerte nos sigue. Nos preocupamos, lloramos y hacemos todo lo posible por posponer lo inevitable.

 

No estoy listo para irme; pero nuestras vidas, como este vuelo, pronto acabarán. Cuando suceda, quiero hacer algo mejor. ¿Y tú?

 

“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.” 2° Crónicas 7:14.

 

Oración
Señor quiero que tengas el control de mi vida y que en la vida o en la muerte mi alma te pertenezca. Te recibo en mi corazón y pido que perdones mis pecados. En el nombre de Jesús, amén.

Escrito por Eddie Jones

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Devocionales

No bajé del cielo para hacer lo que yo quiera, sino para obedecer a Dios mi Padre, pues él fue quien me envió. Juan 6:38


Cuando Jesús vino a la tierra, Él tenía claro su propósito en la vida, que era hacer la perfecta voluntad de Dios. Además se preocupaba por terminar el trabajo de Dios por medio de su vida y ministerio.

 

“Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, pues no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado”. Juan 5:30


¿Alguna vez te has sentido confundido porque no sabes cual decisión tomar? ¿Sin saber cuál camino escoger por miedo a equivocarte? Al estar en los momentos de confusión le has preguntado a Dios ¿qué es lo que Él quiere para ti? Los principios de la Biblia pueden ayudarte a llegar a una buena decisión y además confiaras en que Dios te está respaldando.


Cuando necesitas una luz, lo primero que haces es buscar el interruptor, lo mismo ocurre cuando necesitas una respuesta, debes buscar la Biblia.


La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos.
 Salmo 119:130.


Dedica un tiempo para estudiar los principios y preceptos, así dejarás que Dios ilumine tu situación.


Dios puede hablarte por medio de una persona, pensamientos o por situaciones. Para que estés realmente seguro que escuchaste la voz de Dios, confirma que tu decisión este de acuerdo con los principios de la Palabra.


Muchas veces es necesario que pidas algún consejo sabio, un verdadero amigo ayudara a ver tus verdaderas intenciones. Además no te dirá lo que quieras escuchar, si no lo que realmente necesitas, aun cuando duela. En el momento puedes sentir dolor, pero la consejería puede evitar un desastre.


Las dudas no significan que estás fuera de la voluntad de Dios, debes seguir adelante y basar tu confianza en la decisión de Dios.


Oración

Señor, gracias por tu hermosa palabra. Hoy pongo en tus manos mis decisiones, ayúdame siempre a hacer tu voluntad y a poner mi confianza solo en ti; en el nombre de Jesús, amén.

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