Devocionales

El perdón indirecto

“Estad pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estén otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Gálatas 5:1 (RV60)

Hemos leído y escuchado mucho sobre el tema del perdón y la paz que ha traído a nuestro corazón haber obedecido a Dios, perdonando las ofensas.

Hoy voy a enfocarlo desde otro punto de vista, pero que también nos puede perjudicar. Lo llamo “perdón indirecto”, porque la ofensa no es contra nosotros sino: contra un ser querido, una amiga en fin todo lo que pasa a nuestro alrededor diariamente, una mala noticia que escuchamos o injusticias que nos duelen mucho, que nos pueden causar odio, resentimiento y enojo.

Como consecuencia, nos vamos a estancar espiritualmente.

El apóstol Pablo vivió una experiencia similar, cuando en la Iglesia de Corinto, había un hombre que cometió un pecado grave contra otro, además de molestarse por esos hechos, los exhorto’ duramente por haberlo tolerado. 1 Corintios 5:2-5. Este hombre se arrepiente y Pablo cambia su mensaje, pidiéndoles que lo perdonen y lo consuelen como él ya lo ha hecho, en presencia de Cristo”. 2 Corintios 2:10

Veamos otro ejemplo: Cuando una persona le debe a otra un dinero y no le paga, ya sea, porque no puede o no es su prioridad. Nuestra reacción es enojarnos [porque consideramos a la persona que hizo el favor. Cualquiera que sea la motivación, debemos tener misericordia, y orar perdonando de todo corazón. “Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones”. 2 Corintios 2:11

Jesús dijo: Mas sino perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre perdonara’ vuestras ofensas”. San Mateo 6:15

Otros culpan a Dios de todo lo malo que sucede, ignorando que su voluntad es buena, agradable y perfecta para todos los que le buscan y hacen su voluntad. Romanos 12

Oración
Padre Celestial, enséñame y dame un corazón perdonador como Jesús me ha perdonado.

Escrito por Angelina Gómez Corrales para CBN