Devocionales
Fe que conquista
“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. 1 Corintios 15: 57 (RV60)
Cuando Moisés envió doce espías de las tribus de Israel a reconocer la tierra que Dios les daría como herencia, diez de ellos trajeron informes negativos que le infundieron temor al pueblo, hasta el punto de querer volverse a Egipto.
Sin embargo, Caleb y Josué animaron al pueblo diciendo: “que ciertamente eran ciudades amuralladas y de gigantes pero que, era una tierra en gran manera buena donde fluía leche y miel. Que no tuvieran temor, que con ellos estaba Dios y que los comerían como pan. Números 14:7
Ante este informe, Moisés le prometió a Caleb el Monte de Hebrón, como herencia perpetua para él y su descendencia por cuanto siguió a Dios. No es sino después de cuarenta y cinco años, que Caleb reclama la promesa, ya teniendo ochenta y cinco años, y según sus propias palabras, sintiéndose tan fuerte como al principio. Así fue como peleó por su heredad y la conquistó. Josué 14:6
Para poseer las promesas que Dios nos ha dado en su palabra, debemos primeramente caminar en rectitud y obediencia. El someternos a Dios hará que el enemigo huya, y nuestra herencia será para los nuestros. Todo depende de cómo nos veamos a nosotros mismos, de nuestra confianza en Dios y de como percibamos al enemigo. Dios es suficiente para empoderarnos en nuestras batallas, y otorgarnos la victoria.
El ejemplo de esta historia nos anima a no retroceder por nada y a ir a conquistar nuestro Hebrón sabiendo de antemano que cuando hay una promesa de parte de Dios nada ni nadie se interpondrá.
Oración:
Padre Celestial te doy gracias por tu palabra, ayúdame a conquistar el territorio que me has entregado por herencia para mi descendencia. En el nombre de Jesús. Amén
Escrito por Angelina Gómez Corrales para CBN