Devocionales

Un corazón engañoso

“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová”. Jeremías 17:7 (RV60).

El pueblo de Israel se alejaba constantemente de Dios, sus corazones se inclinaban a dioses extraños que no habían conocido sus padres y a Dios no le agradó su actitud. Dios envió al profeta Jeremías para hacerles saber que su pecado estaba “escrito en su corazón con cincel de hierro y con punta de diamante”, Jeremías 17:1 y les advirtió que les iba a quitar lo mejor.

También les reprochó la confianza que depositaban en el hombre, apartando su corazón de Dios, comparándolos con la retama o arbusto del desierto, que mora en sequedades y “no verá” cuando viene el bien”. vs.5

Al contrario, les hizo ver que el hombre que confía en Dios: “Será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a las corrientes echará sus raíces, y “no verá cuando viene el calor”, sino que su hoja estará verde y en el año de la sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. vs.8

Debemos cuidar nuestro corazón de todo engaño, para darle el primer lugar únicamente al Señor.

Es un error creer, a veces que, la voluntad de Dios es lo que deseamos y nos convencemos hasta tener la certeza de que eso es lo que nos conviene, pero al final, si no se realiza, culpamos a Dios. No todo deseo es lo mejor para nosotros, debemos de estar dispuestos a buscar a Dios en oración y a hacer los cambios necesarios con la seguridad de que Él tiene lo mejor para cada uno de nosotros.

Oremos recordando que el Espíritu Santo nos guiará a “toda verdad” y que la sabiduría de Dios y su paz nos evitarán cualquier engaño del corazón.

Oración
Amado Dios, libra mi corazón de todo engaño, porque he puesto toda mi confianza en ti.

Escrito por Angelina Gómez Corrales para CBN