Devocionales

Crayones

“Todo el mundo sabe que ustedes obedecen a Dios, y eso me hace muy feliz…”, Romanos 16:19 (Traducción en lenguaje actual).

 

Cuando mi hija era pequeña solía dibujar retratos de ella misma y se concentraba tanto en mantener firme el crayón para colorear. Me gustaba sentarme a verla pintando en la alfombra, pateando sus piecitos en el aire como si estuviera llena de energía artística.

 

Nunca olvidaré el primer dibujo que hizo: rayas púrpuras por doquier. Pero se había esforzado tanto que para mi fue tan especial. Ahora pinta muy diferente; le ayudé a que pudiera conectar las rayas con el círculo para formar un cuerpito y usar otros colores y así vamos avanzando. Me encantan todos sus dibujos porque veo sus pequeños progresos en su arte.

 

Claro, todavía puede mejorar y le ayudaré en cada paso que pueda. Algún día su autorretrato se verá más como ella. A los padres y madres nos gusta ver los avances de nuestros hijos, colgar sus dibujos por doquier y darlo a conocer a todos los que nos escuchen.

 

¿No es así nuestro Padre Celestial? Él nos mira tan orgullosamente, enseñándonos cómo mostrar todos nuestros colores. Nos muestra cómo podemos mejorar, pero no pierde una oportunidad para celebrar los momentos cuando hacemos esos pequeños cambios que nos hacen mejores. Después de todo, Él promete que “con amor eterno” nos ha amado (Jeremías 31:3).

 

Aunque los cambios internos que hacemos a nuestro autorretrato no se conocen por el mundo, nuestro Padre siempre es rápido en señalarlos: “Ana es una excelente artista, ¿no te parece Moisés?” o “Ven acá Noé, mira cómo Felipe ahora dibuja líneas rectas. Increíble, ¿no?”

 

Conforme crezcamos, cambiemos y movamos nuestros pies con alegría, sabemos que Dios está observando cada trazo mejorado, y si no crees que Él celebra quien eres en todo momento, sólo pídele que te muestre su basurero: estará vacío y sus paredes estarán cubiertas con tus obras artísticas.

 

Oración:
Señor, gracias por enseñarme a hacer tu voluntad y ayudarme a formar mi imagen y mi ser interior tal como te gusta y tienes planeado. Guíame de tal modo que pueda siempre conocer lo que planeas para mi. En el nombre de Jesús, amén.

Escrito por Brooke Keith