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Devocionales

“En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”. Proverbios 17:17 (RV 60) 

 

En Marcos 2:1-12 encontramos la historia de cuatro hombres cargando a un paralítico en su lecho. Su meta era llevarlo hasta la casa donde estaba predicando Jesús. El lugar estaba completamente lleno de gente de modo que no se podía entrar. 

 

Ellos hicieron cálculos para saber dónde estaba Jesús y haciendo un hueco en el techo, lo bajaron hasta ponerlo a los pies del maestro.  Su fe era inquebrantable, querían ver a su amigo sano. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”. Tanto el enfermo como los presentes no esperaban esa respuesta. Pero el Señor vio en este hombre la urgente necesidad de salvación y perdón primeramente, y no lo que se veía a simple vista. Acto seguido, también lo sanó, porque el Hijo de Dios tiene poder para sanar y para perdonar todo pecado.  

 

Hay algo muy importante que rescatar en este pasaje, estos cuatro amigos llevaron al paralítico al lugar correcto con la persona correcta. Su fe traspasó obstáculos hasta ver a su amigo sano, y el enfermo salió de ahí con doble bendición: salvo, perdonado, con el milagro de su sanidad y cargando su lecho, glorificó a Dios.  

 

Cuántas personas están hoy paralizadas por diferentes circunstancias, esperando un hombro que las cargue, una mano que las levante, una palabra de aliento, una oración ferviente para juntos, ver la gloria de Dios en sus vidas. 

 

Oración: 

Padre celestial, gracias por tu fidelidad. Hazme sensible a las necesidades de las personas que me rodean. Compasivo y misericordioso con los que están pasando alguna dificultad y ayúdame a compartir el amor que has derramado en mi corazón por el Espíritu Santo. Amén 

 

¿Puede Dios cambiar tu vida? 

Dios ha hecho posible que lo conozcas y experimentes un cambio asombroso en tu propia vida. Descubre cómo puedes encontrar la paz con Dios. También puedes enviarnos tus peticiones de oración. 

Alentamos a los usuarios que deseen comentar sobre nuestro material a hacerlo a través de nuestra página de Facebook de CBN. 


Autor: Angelina Gómez Corrales 

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Devocionales

Y cualquiera que le da siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser seguidor mío, les aseguro que tendrá su premio. Mateo 10:42


Es importante que conozcas cuales son los dones y talentos que Dios te regaló. Pero es mucho más relevante que tengas un corazón de siervo. El verdadero siervo de Dios siempre está disponible para servir.


Ser un siervo significa que Dios tiene el derecho de tomar el control de tu tiempo, además de interrumpirte en cualquier momento que Él lo necesite.


Un verdadero siervo de Dios presta atención a las necesidades que hay en la iglesia. Busca maneras para ayudar a otros. Cuando observa la necesidad, no dejan pasar la oportunidad para brindar una solución.


Si quieres convertirte en un siervo que agrada a Dios, debes hacer lo mejor con lo que tienes. No pongas excusas, ni esperes las mejores circunstancias. Haz lo que se requiere. Dios espera que hagas lo mejor con lo que tienes. La Biblia dice en Colosenses 3:23, “Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente”.


El tiempo que Jesús estuvo en la tierra, nunca se consideró más que nada ni nadie, porque Él vino a servir. A pesar de su grandeza no fue una molestia, lo hizo porque Él quiere que sigas su ejemplo.


El siervo de Dios es fiel a su ministerio. Termina sus tareas, cumple con sus responsabilidades, mantiene sus promesas y completa sus compromisos. No deja el trabajo a medias ni lo abandonan cuando se desaniman. Son responsables y dignos de confianza. Si se les reconoce por su servicio lo aceptan humildemente. ¿Eres un verdadero siervo de Dios?


Oración

Padre, gracias por tu palabra que guía cada mi vida y me ayuda a crecer en ti. Te pido que me ayudes a tener un corazón de siervo, dispuesto a dar lo mejor de mí. Quiero seguir tu ejemplo y servirte con amor, en el nombre de Jesús, amén.

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