POSTS
SEARCH
Your address will show here +12 34 56 78
Devocionales

Después de pasar por una serie de agotadoras semanas, sintiéndome no amado y con necesidad de consuelo, le dije llorando al Señor, “Se que dijiste que me amabas, pero no comprendo que me amas. Dios, ayúdame a entender que verdaderamente me amas.” Estaba desesperado por comprender este simple concepto que seguía confundiéndome. 


Desde mi perspectiva intelectual, yo sabía que Dios me amaba. Sabía que estaría contento conmigo cuando hiciera las cosas bien y que, de alguna manera, me toleraría cuando hiciera las cosas mal. Pero, aun así, no lograba entender ese amor incondicional que la Biblia dice define a mi Señor y Salvador, esa clase de amor sin condiciones, del que no depende de un buen comportamiento o de calificaciones perfectas.
 


Durante una semana ore por esto, en la ida al trabajo y en el regreso. Luego un día en particular, volví a casa muy preocupado. Trataba de sacar los comestibles del carro y de mantenerme amable con mi vecina Tiffany y su hijo de 4 años Jaelon, que iban saliendo.
 


Y luego sucedió.
 


Luego de varios viajes a casa, finalmente deje todas las compras. Mientras estaba de pie frente a la puerta, oí al pequeño Jaelon preguntarme en su dulce voz, “¿Te puedo dar un abrazo?”
 


Me quede atónito que un niño que ni mi nombre sabía, con el que nunca había pasado tiempo en casa, que había pasado día con día y ni siquiera un “hola” le había dicho; quisiera abrazarme. Quien era yo para merecer ese abrazo.
 


A pesar de mi duda inicial, muy en mis adentros me sentí emocionado. ¡En realidad no podía esperar para recibir ese abrazo! Puse mis compras en el suelo, camine hacia el pequeño niño, me arrodille, y recibí la maravillosa bendición de Dios.
 


Era tan simple, pero al mismo tiempo un acto tan puro de amor. Un abrazo de un niño pequeño– sin pretensiones, sin motivos ocultos. Solo un chico que veía un adulto preocupado, y vio en un abrazo la solución para hacerlo sentir mejor.
 


El chico estaba en lo correcto. Apenas podía contener las lágrimas de alegría mientras contemplaba este pequeño acto de aceptación. Me di cuenta de que Dios había contestado mi oración de la manera más tangible y personal.
 


Si necesita Su caricia, como yo, pídale al Señor que se muestre a usted. Y luego, espere expectante a que el extienda sus brazos para traerle confort, seguridad y provisión.
 


“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación.” 2 Corintios 1:3
 

0

Devocionales

4 de julio de 1776: Trece colonias americanas declararon su independencia de Gran Bretaña, desencadenando la guerra necesaria para obtener esa libertad. De la misma manera, cuando declaramos nuestra independencia de Dios, nos ponemos en guerra con él. ¿Quién puede negociar la paz? 

   

¡Escuchar! El SEÑOR no es demasiado débil para salvarte, y no se está volviendo sordo. Él puede oírte cuando llamas. Pero hay un problema: tus pecados te han separado de Dios. A causa de tu pecado, él se ha apartado y no te escuchará más. Isaías 59:1-2 

  

Él fue herido y molido por nuestros pecados. Fue azotado para que tuviéramos paz. ¡Él fue azotado, y nosotros fuimos sanados! Todos nosotros nos hemos descarriado como ovejas. Hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el SEÑOR cargó en él la culpa y el pecado de todos nosotros. Isaías 53:5-6 

  

Jesús puede terminar tu guerra y traerte paz con Dios. Pídele que lo haga. Agradécele por tomar tu castigo por el pecado y la independencia de Dios. Pídele a Dios que te dé su paz hoy. Nosotros te escuchamos, si quieres que oremos por ti visita: https://www.cbnlatino.com/hablemos 

0

Devocionales

Gracias a Dios, el reino que él nos da no puede ser movido. Por eso debemos adorar a Dios con el amor y la honra que a él le gusta recibir. Hebreos 12:28

La adoración que le agrada a Dios se basa en la Biblia; en la verdad de la palabra, no en tu opinión acerca de quién es el Señor.


Dios se agrada con la adoración que brota del corazón, La Biblia muestra en Marcos 12:30, que debes amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.


Dios te hizo a su imagen y diseñó tu espíritu para que puedas comunicarte con Él. A el Señor le agrada que reflexiones y medites en su palabra mientras le adoras, también le gusta que tu adoración sea con sacrificio.


Para lograr una verdadera adoración debes de pagar un precio. Cuando adoras con un corazón sincero sacrificas tu egocentrismo. No puedes exaltar a Dios cuando también te exaltas al mismo tiempo; tampoco tienes que adorar para impresionar a los demás. Solo debes enfocarte en Dios, Él es el único que se merece la gloria y la honra.


Jesús dijo: “ama a Dios con todas tus fuerzas”, esto significa que tu adoración requiere de tu esfuerzo y parte de tus energías. En ocasiones tu adoración será un acto de voluntad; un sacrificio de buena voluntad.


Siempre recuerda que a Dios le agrada que le adores continuamente todos los días. Tu alabanza debes ser lo primero que haces al despertar y lo último al descansar en la noche. La adoración no debe ser parte de tu vida, debe ser tu vida.


Oración

Señor Jesucristo, gracias por tu amor y tu misericordia. Dame un corazón sincero para adorarte y alabarte todos los días de mi vida. Hoy quiero ofrecerte todas mis actividades para que se conviertan en actos de adoración a ti, en el nombre de Jesús, amén.

0