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Devocionales

A veces, las personas más difíciles de perdonar somos nosotros mismos. El “si tan sólo” nos acosa, robándonos la paz y amontonándonos en la culpa. Llevamos alrededor de 1.001 heridas y tantos rencores que nos llenan de amargura. ¡Oh, ser limpiado y liberado, perdonar y ser perdonado! 

  

VERSÍCULOS DEL DÍA 

Vamos ahora, discutamos esto, dice el SEÑOR. “No importa cuán profunda sea la mancha de tus pecados, puedo eliminarla. Puedo dejarte tan limpio como la nieve recién caída. Incluso si estás manchado de rojo carmesí, puedo dejarte tan blanco como la lana”. 

Isaías 1:18 

  

Ha alejado de nosotros nuestras rebeldías, como el oriente del occidente. 

Salmo 103:12 

  

Deben tener en cuenta las faltas de los demás y perdonar a la persona que los ofende. Recuerda, el Señor te perdonó, así que debes perdonar a los demás. 

Colosenses 3:13 

  

Deshágase de toda amargura, rabia, ira, palabras ásperas y calumnias, así como de todo tipo de comportamiento malicioso. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como Dios os perdonó a vosotros por medio de Cristo. 

Efesios 4:31-32 

  

PROMESA DE DIOS 

Si le confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de todo mal. 

1 Juan 1:9 

  

  

PUNTO DE ACCIÓN 

El poeta inglés Alexander Pope escribió: “Errar es humano, perdonar es divino”. Pídele a Dios hoy que te ayude a liberarte de tu carga de dolor e ira. Comience por aceptar el perdón de Dios y luego intente dárselo a alguien hoy. 

  

¡Discuta la lectura de hoy con otros en los comentarios de esta publicación, recuerde usar el hashtag #RetoCBN en sus redes sociales. 

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Devocionales
“Con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué mi misericordia”. Jeremías 31:3b(RV60).

El desierto es un lugar caluroso, lleno de soledad, sed, agotamiento, desorientación, animales peligrosos, falta de paz y seguridad.

La infidelidad del pueblo de Israel para con Dios hizo que pasaran por un periodo de calamidad y prueba. No reconocieron quién les daba el trigo, el vino y el aceite. Dios les multiplicó la plata y el oro, pero ellos se lo ofrecían a Baal, un dios extraño. Oseas 2(RV60).

Dios los llamó a cuentas(vs.13) y les advirtió del castigo que traería su desobediencia por apartarse a servir a otros dioses.

Recordemos que Dios es fiel y misericordioso, y los atrajo al desierto para hablarles directamente a su corazón y allí cambiar su desgracia por esperanza. Se habían olvidado de alabar al único que los había sacado de la esclavitud de Egipto y solo, en el desierto les quitaría de sus bocas los nombres de sus dioses, para que nunca más volvieran a repetirlos. (vs.17).

En este proceso les hizo promesas: “te voy a proteger de todos los peligros y te hare dormir segura”. (vs.18) o… “te daré justicia, benignidad misericordia y fidelidad y conocerás al Señor”. Fue en el desierto donde pudieron decir “Dios mío” y ÉL decir: “Tú eres mi pueblo”.

No debemos esperar ser atraídos al desierto. Renovemos nuestra relación con Dios. Cuidemos nuestro corazón para no desviarnos a adorar a dioses extraños como son: la mucha ocupación, el entretenimiento en exceso, el materialismo, los afanes de la vida y sobre todo, lo que abunda en nuestra boca; todo aquello que nos distrae del verdadero propósito de amar a Dios sobre todas las cosas. Demos gloria y honra por el privilegio de ser sus hijos.

Oración
Dios mío, quiero amarte con todo mi corazón, todo mi bien está en ti.

Escrito por Angelina Gómez Corrales para CBN
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