Devocionales
Enderezará tus veredas
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.” Proverbios 3: 5-6
Enojarse con uno mismo es tan fácil, que nunca nos damos cuenta. Culpamos hasta a Dios y al final en realidad estamos enojados con nosotros mismos. Es mejor reaccionar callando, que desquitarnos con las personas que están cerca de nosotros.
Me encanta salir a comprarme algo cuando me siento así, como si pagar por un servicio o bien levantara los ánimos por dentro. Hago todo lo posible por no pensar en que hay algo malo dentro de mi, hasta comienzo a perdonar a todo el mundo para saber si eso es lo que me está nublando la paz. Es extraño, siempre es lo mismo. Llego a casa estrenando una blusa o un par de zapatos, me miro al espejo y, sin embargo, nada ha cambiado, la mirada sigue vacía como si el área espiritual pidiera ayuda a gritos desde adentro.
¿Por qué me siento enojada y vacía? Cuando la presencia de Dios se ausenta en nuestras vidas y queremos hacer todo por nuestra cuenta, nada comienza a salir bien. Sin la dirección de Dios, tratamos de ser perfeccionistas en nuestra propia prudencia y terminamos con heridas más profundas. El perdón es una decisión que debemos tomar a diario, hasta para mirarnos internamente y perdonarnos a nosotros mismos.
No fue en vano que Jesús nos dejó un Consolador, un amigo que nos guía en todo momento para tomar decisiones, hasta qué debo de comprar. Él sabía que cuando se fuera de la tierra antes de dejarnos la promesa de volver, dependíamos de Él y ahora ¿qué haríamos? ¿Quién nos ayudaría a caminar con la mirada hacia arriba, bajo sus mandamientos? Fue por eso que su Espíritu Santo quedó a nuestro lado desde hace más de dos mil años.
Busquemos su presencia, comuniquémosle nuestras metas y decisiones, Él nos guiará las 24 horas del día, siete días a la semana. Él anhela que le tomes en cuenta para enderezar tus veredas y sabrás que unas cuantas cosas compradas no son las necesarias para que te sientas bien. Lo que ocupas es vivir bajo su dirección y guía.
Oración:
Espíritu Santo, sé tú mi guía y ayúdame en cada paso que doy. Te entrego todo lo que hago y lo que soy. Quiero hacer tu voluntad, ayúdame a perdonarme y a perdonar cuando algo no sale como yo esperaba y dirígeme por el camino correcto. Amén”
Escrito por Angie Cambronero para CBN