Devocionales

El Semáforo

“Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él, y Él hará”. Salmo 37:5


Está claro que todos conocemos un semáforo y sabemos que el verde nos indica avanzar, el rojo detenerse y el amarillo o ámbar es un paso intermedio del verde a rojo.

 

Al cruzar una pista, estamos conscientes de todo esto, pero como muchas personas, y me incluyo yo, cruzamos la pista haciendo caso omiso al semáforo, porque usualmente estamos “apurados” y no podemos “esperar” al cambio de luz.


Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada año los accidentes de tránsito causan la muerte de aproximadamente 1,3 millones de personas en todo el mundo.


A pesar de que los países de ingresos bajos y medianos tienen menos de la mitad de los vehículos del mundo, se producen en ellos más del 90% de las muertes relacionadas con accidentes de tránsito.


Casi la mitad (46%) de las personas que mueren por esta causa en todo el mundo son “usuarios vulnerables de la vía pública”; es decir, peatones, ciclistas y motociclistas.


Como peatones nuestros apuros o imprudencias nos llevan a que seamos parte de las estadísticas, aunque muchas veces hemos sido bien librados, no nos ha sucedido nada y estamos vivos, pero si no somos prudentes, podremos correr el riesgo de ser parte de las cifras.


Dios me decía que no puedo ir por la vida siendo imprudente, sin saber esperar, y me muestra en el salmo 31:24 que nos esforcemos los que esperamos en Jehová; que tome aliento nuestro corazón y eso quiere decir que no cedamos a la impaciencia.


Oración:

Señor te pido primeramente perdón por mis imprudencias, por no saber esperar, por no poner mi día a día en tus manos, por permitir que el afán y la impaciencia me alcancen. Señor, te pido que desarrolles en mi un espíritu de prudencia para poder caminar por la vida. En el nombre de Jesús. Amén.

Escrito por Elena Mesías para CBN