Devocionales

Dios es bueno

“Bueno y recto es Jehová; por tanto Él enseñará a los pecadores el camino”. Salmo 25:8.

 

Desde hace varios meses, mi muro de Facebook se ha llenado de fotos de parejas sonrientes y anillos, y muchos ponen comentarios que dicen: “¡Dios es bueno!”.

 

No dudo de estas palabras y los matrimonios son algo digno de celebrar. Sin embargo, si decimos que Dios es bueno cuando las cosas salen bien, ¿significa que Él no es bueno cuando las cosas salen mal? Si una persona escucha campanas nupciales y otro recibe papeles de divorcio, ¿Dios ha cambiado?

 

Inmediatamente fui a las Escrituras y pasé tiempo leyendo acerca de lo “bueno”. Lo primero que noté fue que Dios es el mayor juez de lo que es bueno. Él fue el primero en declarar que algo era bueno, en Génesis 1 hablando de la creación.

 

Antes de decir que una persona o una situación es buena, debemos ver a Dios y su definición de lo que es bueno. Te comparto lo que he aprendido hasta el momento:

 

“Bueno” es algo o alguien perfecto. Permíteme definir cómo se usa “perfecto” en la Biblia. No significa “sin faltas”, sino “completo”. Cuando algo está terminado y completo, es perfecto. Dios declaró que cada pieza de la creación era buena cuando fue completada.

 

También “bueno” tiene que ver con abundancia. La Biblia muchas veces usa “bueno” como un adjetivo que puede ser traducido como “mucho”. Algo bueno no puede mostrar señales de faltas. Por eso Dios dijo que no era bueno que Adán estuviera solo y creó a Eva. Lo bueno nos da más de lo que necesitamos para mantenernos conectados con Dios y hacer su voluntad.

 

Lo bueno es moralmente correcto. David se lamentó sobre las personas malignas de su tiempo al decir que, “no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Salmos 14:3b). Sin embargo, en el capítulo 25 dice: “Bueno y recto es Jehová; por tanto Él enseñará a los pecadores el camino”. Sabemos que lo bueno es lo opuesto a lo malo y hacer el bien es una decisión que debemos tomar. Dios nos da la habilidad de hacer lo correcto.

 

Entonces, ¿es Dios realmente bueno? Examinemos la pregunta. Primero que todo, saquémoslo del contexto de que es cuestión de conceder deseos. Es maravilloso cuando nuestras oraciones son respondidas, pero su bondad no empieza ni termina ahí.

 

¿Es Dios abundante? Claro. Él no puede ser atado por el espacio y el tiempo. Él es dueño de “los millares de animales en los collados” (Salmos 50:10).

 

¿Es perfecto? Sí, Él no necesita más que eso para ser Dios, Él es completo.

 

¿Es recto moralmente? Por supuesto. Dios literalmente escribió el libro acerca de la moralidad.

 

Entonces la respuesta es “sí”. A pesar de nuestros altibajos, sea que estemos regocijados en la cima de una montaña o en el valle, Él es bueno y su bondad es un fundamento sólido para que construyas tu fe.

 

Oración:
Señor sé que eres realmente bueno y que eso no depende de las respuestas que das a mis peticiones; no depende de si recibo o no lo que anhelo y te pido. Así que, enséñame a confiar en ti completamente y a confiar en que eres bueno siempre. En el nombre de Jesús. Amén.

Escrito por Jennifer E. Jones para CBN