Encuéntrate con Jesús
¿Cómo ser lo suficientemente bueno para Dios?
Dios te ama tal como eres, realmente lo hace. Y no, nunca serás "lo suficientemente bueno", pero sigue leyendo. Jesucristo, es el único que lo tenía todo claro. Cuando comenzó a enseñar en las laderas de Jerusalén, Jesús pidió voluntarios. Los primeros eran pescadores sin educación. La lista pasó a incluir hombres de mal genio, poco inteligentes, llenos de dudas y odiados por los demás. No había médicos, abogados o grandes filósofos entre el grupo. Jesús se juntaba con personas que necesitaban lo que Él ofrecía: la salvación de sus enfermedades a través de la sanidad física, espiritual y emocional.
“Cuando los maestros de la ley, que eran fariseos, vieron que Jesús estaba comiendo con cobradores de impuestos y pecadores, les preguntaron a los seguidores de Jesús: ¿Por qué come él con cobradores de impuestos y pecadores? Jesús los oyó, y les dijo: Los sanos no necesitan médico, los enfermos sí. Yo no he venido a invitar a los buenos a que me sigan, sino a los pecadores.” (Marcos 2:16-17). Jesús aceptaba a las personas tal como eran: pecadores. Ninguno de ellos era “suficientemente bueno” y nosotros tampoco lo somos, no sin Cristo.
Es solo después de que entendemos que nunca podemos ser “suficientemente buenos” separados de un Salvador, que estamos listos para recibir la justicia a través de lo que Jesucristo hizo por nosotros. Solo después de aceptar el sacrificio de Cristo por mis propios pecados, uno puede ser “suficientemente bueno” para Dios. Venimos como somos. Solo la vida, muerte y resurrección de Jesucristo pueden hacernos “suficientemente buenos” para Dios (Romanos 3:10, 19-20).
Por: Sharon Houk
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