Devocionales
Poder de Dios
“Dios es el que me ciñe de poder y quien hace perfecto mi camino”. -Salmo 18:32
Puede llegar un momento en tu vida cuando nada parece tener sentido. No hay ilusión, no hay esperanza y ni se tienen ganas de vivir. Lo que sí hay en esos momentos es un montón de sueños rotos. Todos esos sueños que construimos tiempo atrás, después de mucho elaborarlos, se derrumbaron y puedes ver las ruinas de ellos y ya no hay fuerza ni motivación para empezar a construir y comenzar de nuevo.
Es como si hubiera pasado un tornado y arrasara con todo. Miramos con nuestra mente finita y ahí cuando sentimos que ya Dios se olvidó de nosotros, que nos ha dejado solos, Él en su infinito amor y misericordia, está trabajando, construyendo y haciendo cosas nuevas y mejores con todos nuestros sueños rotos.
Dios junta los pedazos, los limpia y los lija para que calcen perfecto. ¡Duele…! Sí, duele. Somos purificados a 1.200 grados, como el oro. ¡Duele…! Sí y mucho, pero es la única forma de hacer cosas hermosas y Dios trabaja en perfección.
Cuando pases por este tipo de situaciones, recuerda que al final queda una obra hermosa, tallada, afinada y perfeccionada por Dios.
Todo lo que nos lleve a arrodillarnos delante de Dios es de bendición, porque el propósito de Dios es que nos encontremos con Él y que fomentemos esa relación personal.
Oración:
Amado Padre Celestial, gracias por tomar el tiempo y ocuparte de mi. Gracias porque cuando no había nada, estabas tú trabajando en mi; por ceñirme de poder y hacer perfecto mi camino, gracias por esta bella obra que continúas haciendo en mi.
Escrito por Patricia Chaves para CBN.
¿Puede Dios cambiar tu vida?
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