Devocionales

Misericordia y Gracia

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. -Hebreos 4:16


¿Cuántas veces no hemos experimentado en nuestras vidas la misericordia y la gracia de Dios, ya sea en un problema familiar o en una situación en donde nuestra propia vida se ve comprometida y de manera sobrenatural?

 

La misericordia de Dios se muestra cuando Él no nos castiga como lo merecen nuestros pecados y su gracia, cuando nos bendice a pesar de que no lo merezcamos. Es decir, la misericordia es la liberación del juicio y la gracia es la bondad que se extiende a quienes no la merecemos.


La Palabra de Dios menciona que todos hemos pecado y como resultado, todos merecemos la muerte y la condenación eterna. Considerando esto, cada día que vivimos es un acto de la misericordia de Dios.


En el Salmo 51:1-2, David clama: “…Ten piedad de mi, oh Dios, conforme a tu misericordia…”


Una súplica a Dios por misericordia es pedirle que detenga el juicio que merecemos, y en lugar de ello nos conceda el perdón que de ninguna manera nos hemos ganado.


Requerimos tanto la misericordia, como la gracia en la salvación que está disponible a través de Cristo. Merecemos el juicio, pero si recibimos a Jesús como Salvador, recibimos misericordia de Dios y somos liberados del juicio y en lugar de este, recibimos por gracia la salvación, el perdón de los pecados, una vida abundante y una eternidad en el cielo.


Por la gracia y misericordia de Dios, nuestra respuesta debe ser caer de rodillas en adoración y agradecimiento.


Oración:

Señor, te pido que tu gracia y tu misericordia me sigan todos los días de mi vida, pera recibir tu amor, tu perdón y tu dirección. En el nombre de Jesús, amén.

Escrito por Nanllely Zúñiga, CBN.