Devocionales

Una victoria total

“Entonces clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones”. Salmo 107:6 (RV60).
Después de haber estado ausentes tres días, David y sus 600 hombres regresaron a Siclag, donde habitaban, y se encontraron que la ciudad estaba quemada y todas sus familias habían sido llevadas cautivas con todas sus pertenencias, por un pueblo llamado Amalec. 1 Samuel 30.

Su primera reacción fue llorar hasta que les faltaron las fuerzas. A eso se añadió que los hombres estaban tan angustiados que hablaban de apedrear a David, por lo que David se fortaleció en el Señor (v.6).

Y en este momento tan desesperante, David consultó a Jehová, haciéndole dos preguntas: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Dos cosas de rescatar: en estos momentos de crisis no vemos a David quejarse o demandar a Dios una pronta solución, sino que buscó su rostro con humildad pidiendo su aprobación para ir en busca de sus enemigos y recuperar sus bienes.
Los amalecitas estaban celebrando en grande por el botín adquirido, y nunca se imaginaron que David y sus hombres pudieran seguirlos. Fue así que estos valientes guerreros los atacaron desde la mañana hasta la tarde del día siguiente, venciéndoles en medio de una gran batalla. No faltó cosa chica ni grande que David no recuperó, además de todo el botín de sus enemigos. Tal fue la bendición, que David pudo compartir con sus amigos más allegados de todo Israel, en un gran ejemplo de generosidad.

Ninguno de nosotros está exento de pasar momentos difíciles y aunque lloremos al principio, debemos primeramente fortalecernos en Dios, consultar su voluntad, pedir sabiduría y dirección, esperar su respuesta y accionar en fe sabiendo que tenemos la victoria en el Nombre de Jesús.

Oración: Gracias sean dadas al Padre, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Escrito por Angelina Gómez Corrales para CBN